La figura de la Dama de honor

Muchas veces hemos oído hablar de que algunas novias van acompañadas de sus damas de honor, especialmente fue un revuelo cuando se casaron los Duques de Cambridge, y Pippa Middleton deslumbró como dama de honor principal.

Pero… ¿es una tradición moderna? Igual piensas que sí, pero la verdad es que la tradición de llevar una dama de honor durante una ceremonia nupcial es muy, pero que muy antigua, pudiéndonos remontar incluso antes de la edad media.

El rito cristiano católico originario de la Edad Media eran conocidas como “damita de honor” o “Flower Girl”, y hacía referencia una niña menor de 12 años, que debía tener un grado directo consanguineidad con la novia. Durante el siglo XIX, el término fue cambiando, primero por el de "pajesita", para acabar unificándose en “Pajes”, ya que las cortes nupciales las abrían niños y niñas, que aun se sigue empleando actualmente.

Este ceremonial se adaptó en las culturas anglosajonas y como consecuencia,  fue ampliándose el número de personas que conformaban la cohorte de la novia, apareciendo así la figura de dama de honor, que conocemos hoy día, que hace referencia a una mujer adulta que acompaña a la novia, y "flower girl" para referirse a la niña que abre la cohorte.

¿Cuál es su papel?

La figura de la dama de honor tiene una cierta relevancia en la ceremonia y por tanto debería ser elegida con un cierto cuidado. Si bien puede ser una tarea conjunta de los novios, la decisión final siempre debería recaer en la novia. La primera dama de honor debería ser una hermana o amiga íntima de la novia.

Las damas de honor no sólo tienen la misión de arreglar el vestido de la novia, sino además de ayudarla en vestirla, preparar la boda y llevar la colocación de los invitados en la Iglesia y en banquete.

La tradición nos dice que esta primera dama de honor aguardará la llegada de la novia a la entrada de la iglesia para auxiliarla con el velo y la cola del vestido. Durante la ceremonia es la encargada de sujetar el ramo hasta la salida del cortejo, momento en el que volverá a entregárselo a la novia.    

Uno de los principales menesteres que debe cumplir la por el cuál es conocida como "Flower Girl" (Chica de las flores), es el de arrojar pétalos de flores a medida que la cohorte nupcial avanza, creando de esta forma una estela de flores sobre la alfombra roja que posteriormente pisará la novia, simbolizando prosperidad, abundancia y felicidad.

Pero como decía antes, la figura de la dama de honor se remonta a la antigüedad, cuando existía la costumbre del matrimonio por rapto. Este procedimiento consistía en capturar a la novia, aun salvando los obstáculos y resistencias que ponía tanto la novia como su familia. Y las damas de honor eran, digamos así, las guardianas de la novia ante su rapto, o sea, sus protectoras. Por esta razón, las damas de honor siguen el paso de la novia hacia el altar, para ampararla en todo momento.

¿Cómo han de ir vestidas?

Tradicionalmente, la novia era la que escogía la indumentaria o las telas para encargar la confección del vestido de sus damas de honor, para que su atuendo  fuera en consonancia con el estilo de la boda, siendo lo habitual que la corte fuera vestida de blanco.  Pero esto ha ido cambiando, y ahora las damas de honor tienen total libertad para elegir su vestido y el color, siempre que se pongan de acuerdo entre ellas.

Lo normal es el vestido largo de color único, a conjunto con un pequeño ramo de flores (pincha aquí ver nuestros ramos o mini-ramos artificiales) o con un corsage.

¿Qué es el Corsage?

Un corsage es un pequeño bouquet de flores que se lleva a modo de brazalete. Es una alternativa para aquellas novias que no quieren que sus damas de honor lleven ramos y prefieren que luzcan algo más cómodo y original. Pueden confeccionarse  con flores naturales, en tela, artificiales, etc. Pueden ser del mismo color y variedad de flores que el ramo de la novia o del color del vestido, temáticos, etc.

Puede  usarlo la propia novia, si no se sienten cómoda con un ramo. O como os indicaba antes, como ramo alternativo para damas de honor y pajesitas. También como detalle para la madrina y/o la madre de la novia, siendo una forma de distinguirlas como personas importantes el día de la boda.

¿Dónde llevarlo?

Personalmente, la forma que más me gusta de llevar el corsage, es colocándolo en la mano izquierda, asegurándote de que las flores luzcan en la parte de arriba de la muñeca, porque es la que darás a tus acompañantes cuando vayas de su brazo, así lo podrás lucir mucho más.

Pero hay otros sitios donde llevarlo, como puede ser:

• En el cuello. Puedes atar tu corsage al cuello con una lazada dando un toque vintage, siempre que no interfiera con tu vestido o con tu tocado. Eso sí, ten cuidado de no excederte con las joyas y complementos.
• En la cintura. Otra forma de ponértelo es en la cintura de tu vestido, siempre que combine con tu vestuario.
• En el hombro. Como si fuese un broche.

¿Qué os ha parecido el post de hoy? ¿Llevarías damas de honor? ¿Les entregaréis unos corsages para que luzcan monísimas? ¡Espero vuestras opiniones! Y si quieres encargar tus brazaletes puedes rellenar el formulario de contacto (Está en la parte superior) o mandar un email a celebracionesespecialesmiriam@gmail.com.

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Muchas gracias por haberme dedicado este ratito, os espero en el siguiente post y, lo dicho, si os ha gustado dejadme un comentario, que me encantará leerlo.

¡Besitos!

Miriam